La casa roja está situada en Oslo. El terrero de la casa es un antiguo jardín muy arbolado a las orillas de un río, situándose la casa perpendicular al río, para aumentar el potencial dramático de su configuración y no obstruir las vistas a las casas que hay detrás.
La casa se organiza en dos plantas:la planta baja contiene las habitaciones de los niños orientadas al norte y la planta alta los espacios públicos orientados al sur. Esta doble orientación es la base de la dinámica del proyecto y por eso el diseño se centró en potenciar espacialmente este sistema.
El barrio se caracteriza por construcciones de madera, y este carácter local inspiró el desarrollo del concepto espacial y sus detalles interiores en este material. El uso del color rojo hace contrastar la casa con su entrono y refleja el temperamento del cliente.
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